Redacción: Marlone Serrano
A pesar de sus estrictas leyes contra la marihuana recreativa, el estado de Texas enfrenta una paradoja: un mercado desbordado de cannabis intoxicante operando en una zona gris legal. Esta "República del THC", como algunos la llaman, es el resultado de una brecha legislativa que permitió el florecimiento de productos derivados del cáñamo con altos niveles de THC, el compuesto psicoactivo de la planta.
El detonante de esta situación fue la Ley Agrícola de 2018, que legalizó el cáñamo al diferenciarlo de la marihuana por su bajo contenido de THC. Sin embargo, una laguna en la legislación estatal permitió la venta de productos de cáñamo consumible que, según análisis independientes, a menudo exceden los límites legales de THC.
Un mercado en auge
Actualmente, Texas cuenta con más de 7,000 dispensarios, una cifra que supera incluso a la de California. Además, las opciones para los consumidores parecen interminables: entrega a domicilio, máquinas expendedoras, camiones móviles y pedidos por correo. Cynthia Cabrera, directora de estrategia de Hometown Hero, un gigante del cannabis con sede en Austin, señala que esta industria ha generado más de 60,000 empleos y miles de millones de dólares en ingresos.
Sin embargo, esta realidad no está exenta de críticas. Nico Richardson, director ejecutivo de Texas Original, una de las pocas empresas autorizadas para vender marihuana medicinal en el estado, lamenta que el mercado de cáñamo desregulado esté arruinando su negocio. "Desde el primer día hemos tratado de jugar según las reglas", afirma, mientras denuncia la venta sin restricciones a menores y productos contaminados.
El impacto en los veteranos y la frontera
Entre los principales consumidores de cannabis en Texas están los veteranos de guerra que buscan alternativas para tratar el trastorno de estrés postraumático. Mitch Fuller, presidente del Comité Legislativo Nacional de la VFW, enfatiza la necesidad de mantener un mercado accesible: "No nos quiten los productos derivados del cáñamo; funcionan y ayudan".
En el ámbito fronterizo, el auge del cannabis en Texas ha desplazado al mercado negro. Entre 2021 y 2023, las incautaciones de marihuana por parte de la Patrulla Fronteriza cayeron un 72%. En lugares como El Paso, los consumidores ahora prefieren cruzar a Nuevo México, donde la marihuana recreativa es legal, evitando así los riesgos asociados con los cárteles.
El futuro de la República del THC
La próxima sesión legislativa en Texas será crucial para definir el futuro del cannabis en el estado. Mientras algunos proponen regulaciones que incluyan límites de edad y controles de calidad, el vicegobernador Dan Patrick ha prometido impulsar una prohibición total de los productos con THC.
Sin embargo, voces como la de Ian Benouis, veterano y activista, creen que revertir el estado actual es improbable: "No veo cómo pueden volver a meter al genio en la botella".
Texas se encuentra en una encrucijada: entre su tradición conservadora y la realidad de un mercado que, intencional o no, ya es parte de su economía y su sociedad.
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