Redactor: Sam Torne
Dallas, Texas, se convirtió en una de las ciudades más grandes de Estados Unidos en despenalizar la posesión de marihuana en pequeñas cantidades el pasado 5 de noviembre. La aprobación de la Propuesta R prohíbe al Departamento de Policía de Dallas (DPD) arrestar a individuos por posesión de hasta cuatro onzas (113,4 gramos) de cannabis, salvo en casos específicos. Esta medida ha generado tanto apoyo como controversia, especialmente por su impacto en la seguridad pública y en el uso de recursos policiales.
La Propuesta R modifica la carta magna de la ciudad, estableciendo que el DPD no podrá arrestar a quienes sean sorprendidos con hasta cuatro onzas de marihuana, excepto en investigaciones de delitos mayores, como crímenes violentos o narcotráfico. Además, el DPD no podrá utilizar el olor a cannabis como causa probable para realizar registros o incautaciones, una práctica que, según un estudio de la Oficina de Supervisión Comunitaria de la Policía de Dallas, puede ser vista como una excusa para la discriminación racial, debido a la sobrepoblación de las comunidades negras y marrones en los arrestos por este tipo de delitos.
Apoyo a la despenalización
La medida fue promovida por la organización progresista Ground Game Texas. Natalie Márquez, directora de campo de la organización, destacó frente al Concejo Municipal que esta reforma «es un paso hacia una justicia social más amplia, un uso más inteligente de los recursos públicos y la protección de las libertades civiles en Texas».
Según el estudio de la Oficina de Supervisión Comunitaria de la Policía de Dallas, «la disparidad racial de los arrestos de residentes negros ha aumentado, a pesar de las investigaciones consistentes que han demostrado que los grupos raciales consumen marihuana a tasas comparables».
La aprobación de la Propuesta R no estuvo exenta de críticas. Eddie Garcia, exjefe de la policía de Dallas, expresó su preocupación por los posibles efectos negativos sobre la seguridad pública. Durante una intervención en el Concejo Municipal de Dallas en agosto, afirmó: «En mi opinión, cuatro onzas no son pequeñas ni para consumo personal. No solo conducirá a un aumento del tráfico en las casas de drogas en nuestros vecindarios más vulnerables. En mi opinión, en mis 32 años de trabajo en la aplicación de la ley, esto llevará a un aumento de las ventas ilegales y al deterioro de la calidad de vida en ciertas áreas de nuestra ciudad».
Paxton ha señalado anteriormente que impugnará las decisiones de las ciudades de Texas que despenalicen la marihuana en cualquier cantidad. En un comunicado de prensa publicado a fines de enero, declaró:
«Esta acción inconstitucional por parte de los municipios demuestra por qué Texas debe tener una ley para ‘seguir la ley’. Es bastante simple: la legislatura aprueba todas las leyes después de un debate completo sobre los temas, y no permitimos que las ciudades tengan la capacidad de crear anarquía eligiendo qué leyes hacen cumplir».
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