Redactor: Sam Torne
El proceso concursal de la planta Boreal Uruguay, especializada en la producción de cannabis medicinal, ha estado lleno de obstáculos. Tras tres intentos fallidos de rematar el complejo industrial, el síndico a cargo, Carlos López, busca una estrategia alternativa: vender 20 toneladas de cannabis almacenado en la planta de Salto. Este movimiento busca facilitar la venta del establecimiento y mantener su valor, ya que el manejo del cannabis requiere permisos específicos que pocas empresas poseen.
El cannabis almacenado no contiene THC, por lo que no es psicoactivo, y se encuentra en buenas condiciones a pesar del tiempo transcurrido. De las 20 toneladas disponibles, cinco son de uso medicinal y el resto son para fines industriales. El plan es venderlas a través de una licitación cerrada, en la que solo seis empresas uruguayas autorizadas podrán participar. Si no se reciben ofertas, el producto será destruido, en coordinación con el Ministerio de Salud Pública.
López ya ha intentado vender la planta en bloque varias veces, pero no ha logrado captar el interés de compradores potenciales, en parte debido a las complejidades asociadas con el manejo del cannabis. Aunque la planta fue abierta con gran expectativa en 2020, nunca alcanzó su máximo potencial de producción o empleo.
Un proyecto prometedor que nunca despegó
Boreal Uruguay fue presentada como la planta de secado de cannabis medicinal más grande de América Latina, con una inversión de 15 millones de dólares, principalmente de empresarios canadienses. El proyecto, que inicialmente prometía generar hasta 1,000 empleos directos e indirectos, solo llegó a emplear a 400 personas y fue cerrada abruptamente a mediados de 2023, con el despido de todo su personal.
La situación se complicó aún más tras la muerte de Gonzalo Aguiar, representante de los inversores canadienses en Uruguay, quien falleció en circunstancias controvertidas, dejando una sombra sobre el futuro de la planta.
Próximos pasos: ¿Venta o liquidación por partes?
Si se logra vender o destruir el cannabis almacenado, el siguiente paso será rematar la planta nuevamente, con un precio base de un millón de dólares. Si no se vende en bloque, se abrirá la posibilidad de venderla por partes, lo que incluirá maquinaria, mobiliario y terrenos. Esta decisión busca atraer a compradores interesados en solo algunos activos de la planta.
El cuarto intento de venta está programado para el 26 de noviembre. ¿Será esta la última oportunidad para salvar el proyecto de Boreal Uruguay, o será el inicio de su desmantelamiento? El tiempo dirá.
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