Redactor: Sam Torne
La obesidad y el sobrepeso son problemas de salud pública que afectan a millones de personas en todo el mundo. Recientemente, investigaciones han explorado el potencial del cannabis, específicamente de compuestos como el cannabidiol (CBD) y el tetrahidrocannabivarina (THCV), en la regulación del peso corporal y el metabolismo.
El cuerpo humano posee el sistema endocannabinoide, una red de receptores y moléculas que influyen en diversas funciones fisiológicas, incluyendo el apetito, el metabolismo y el equilibrio energético. Los cannabinoides, como el CBD y el THCV, interactúan con este sistema, lo que ha llevado a investigadores a estudiar su impacto en la obesidad.
Estudios recientes sobre el CBD y la pérdida de peso
Un estudio realizado por el Institute for Obesity Research investigó los efectos del CBD en células adiposas. Los hallazgos sugieren que el CBD puede modular la expresión de genes asociados con la función de las células grasas, favoreciendo la gestión de lípidos y reduciendo la inflamación. Además, el CBD podría promover la conversión de adipocitos blancos, que almacenan grasa, en adipocitos marrones, que queman energía para producir calor, lo que podría contribuir a la pérdida de peso.
Consumo de cannabis y menor índice de masa corporal
Contrario a la creencia de que el consumo de cannabis aumenta el apetito y conduce al aumento de peso, algunos estudios epidemiológicos han encontrado una relación inversa. Por ejemplo, una investigación de la Universidad Estatal de Michigan analizó datos de más de 33,000 adultos y descubrió que los consumidores de marihuana tenían menos probabilidades de ser obesos y presentaban un menor índice de masa corporal (IMC) en comparación con los no consumidores. Durante un período de tres años, todos los participantes aumentaron de peso, pero aquellos que consumieron marihuana tuvieron un incremento menor.
Aunque la marihuana es conocida por aumentar el apetito, especialmente debido al tetrahidrocannabinol (THC), el CBD y el THCV parecen tener efectos diferentes. El CBD podría influir en el metabolismo de las grasas y la función de las células adiposas, mientras que el THCV ha sido asociado con la inhibición del receptor CB1, lo que podría reducir el apetito y aumentar el gasto energético. Además, se ha observado que el consumo de cannabis puede acelerar el metabolismo, lo que podría contribuir a un menor aumento de peso.
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