Redacción: Inés Arroyo

La industria del cannabis en México está cambiando, y las mujeres juegan un papel clave en este proceso. A través del emprendimiento, la ciencia y el activismo, han logrado posicionarse en un sector que aún enfrenta retos regulatorios y económicos.
El bienestar ha sido la puerta de entrada para muchas emprendedoras, quienes han desarrollado productos como aceites de CBD, cremas y suplementos naturales. Estos artículos, enfocados en la salud y el autocuidado, han tenido una mejor aceptación social en comparación con los usos recreativos del cannabis.
En el ámbito político, legisladoras han promovido marcos legales que priorizan la salud y los derechos humanos, impulsando el llamado “feminismo cannábico”. Este movimiento busca que las mujeres tengan el derecho de decidir sobre el uso medicinal y recreativo del cannabis, además de fomentar su participación equitativa en la industria.
Sin embargo, persisten barreras que dificultan el crecimiento de negocios liderados por mujeres. El acceso limitado a financiamiento, la escasa representación en puestos de liderazgo y los estigmas sociales siguen siendo obstáculos importantes. Además, la falta de una regulación clara genera incertidumbre y frena el desarrollo del sector.
Para garantizar condiciones justas, es fundamental que existan políticas públicas y redes de apoyo que faciliten la participación femenina en todos los niveles de la industria. Aunque el sector del bienestar ha sido una vía de acceso, el verdadero desafío es consolidar un mercado donde las mujeres compitan en igualdad de condiciones y contribuyan al crecimiento de una industria en evolución.
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