Redacción: Marlone Serrano
La producción regulada de cannabis en Marruecos alcanzó un nuevo récord al multiplicarse por 14 durante el año pasado, según el último informe de la Agencia Nacional de Reglamentación de las Actividades Relativas al Cannabis (ANRAC). En total, el país produjo 4.082 toneladas de flores, un aumento significativo frente a las 294 toneladas cosechadas en 2023.
Este crecimiento fue posible gracias a la expansión de la superficie legal de cultivo, que se situó en 2.169 hectáreas, gestionadas por 2.647 pequeños agricultores agrupados en 189 cooperativas. Además, el gobierno emitió 3.371 licencias productivas, la mayoría destinadas al cultivo, mientras que 315 fueron asignadas a empresas para actividades como transformación, exportación y transporte.
La legalización del cannabis, limitada a las provincias rifeñas de Alhucemas, Chaouen y Taounat, busca mejorar las condiciones de vida de unas 60 mil familias dependientes de este cultivo. El pasado agosto, el rey Mohamed VI otorgó un indulto histórico a 4.831 cultivadores tradicionales condenados por actividades relacionadas con el cannabis antes de su regulación.
El impacto de estas políticas también se refleja en la drástica reducción del cultivo ilegal de cannabis, cuya superficie se redujo en un 79 % entre 2003 y 2023, pasando de 134 mil hectáreas a 27.148.
Con esta evolución, Marruecos se consolida como un actor clave en la industria cannábica global, apostando por la regulación como una herramienta para impulsar el desarrollo económico y combatir la producción ilícita.
Comentarios