Redactor: Sam Torne
Los dreadlocks son un peinado caracterizado por secciones de cabello enredado que se forman de manera natural sin el uso de cepillos o tijeras. Aunque existen mitos sobre la falta de higiene en los dreadlocks, en realidad se mantienen limpios y bien cuidados mediante lavados regulares para evitar daños en el cuero cabelludo. Lejos de ser un simple estilo, los dreadlocks se han convertido en una expresión cultural y espiritual que conecta a quienes los llevan con una rica tradición.
Popularmente conocidos como «rastas», los dreadlocks están fuertemente asociados con el movimiento Rastafari, un sistema de creencias originado en Jamaica que destaca el regreso a las raíces africanas. Para los Rastas, los dreadlocks representan la «melena del León de Judá», símbolo de pureza, resistencia pacífica, y una protesta contra el sistema opresivo conocido como «Babylon».
El significado de los dreadlocks en la cultura rastafari
El término «dreadlocks» proviene de la palabra inglesa «dreadful» (terrible o espantoso), usado inicialmente para describir la apariencia desafiante y temible de este peinado en Jamaica en la década de 1950. En ese entonces, quienes usaban dreadlocks enfrentaban fuertes prejuicios y represión policial. Los Rastas, con su estética y filosofía, eran vistos como «rebeldes» y «peligrosos», y era común que la policía jamaicana los detuviera y les cortara el cabello a la fuerza.
Fue el impacto cultural de Bob Marley el que contribuyó a la comprensión de los dreadlocks a nivel internacional, ayudando a que este símbolo del Rastafari fuera aceptado en todo el mundo. Sin embargo, aún hoy los dreadlocks generan prejuicios y pueden dificultar la obtención de empleo, especialmente en Jamaica, donde algunos rastas prefieren ir «undreaded» (sin dreadlocks) para evitar discriminación.
Raíces espirituales y el uso de dreadlocks en otras culturas
Los dreadlocks en la cultura Rastafari tienen profundas raíces espirituales, conectadas con influencias bíblicas que prohíben cortar el cabello en señal de devoción. En Levítico 21:5, se establece: «No harán calva en su cabeza, ni raerán la punta de su barba, ni en su carne harán rasguños», una indicación de respeto hacia el cuerpo como creación divina. Asimismo, Levítico 19:27 señala: «No cortaréis en redondo vuestra cabellera, ni cortaréis los bordes de tu barba», reforzando la idea de conservar el cabello en su estado natural.
Otro pasaje importante es Números 6:5, relacionado con el voto de Nazir: «Mientras esté consagrado por el voto, ninguna navaja tocará su cabeza. Hasta que se cumpla el plazo de su voto al Señor, estará consagrado y se dejará crecer el cabello». Estas escrituras han inspirado a muchos Rastafari a llevar dreadlocks como un acto de reverencia espiritual, reflejando una conexión personal con la pureza y devoción establecidas en los textos sagrados.
Dreadlocks a lo largo de la historia
El uso de dreadlocks es mucho más antiguo que el movimiento Rastafari. En la antigüedad, pueblos como los griegos, los masáis de Kenia y Tanzania, guerreros de tribus germánicas y hasta los vikingos llevaban el cabello enmarañado. En la India, los sadhus (hombres santos hindúes) usan dreadlocks como una señal de desapego material y espiritualidad. Además, algunos de estos sadhus colaboraron en la primera comuna Rasta «Pinnacle» en Jamaica, dirigida por Leonard Howell, uno de los fundadores del movimiento Rastafari.
Los dreadlocks, con sus raíces culturales y espirituales, siguen siendo un símbolo de identidad y resistencia en diversas comunidades alrededor del mundo, manteniendo viva una tradición que trasciende fronteras.
Comments