Redacción: Amairany Ramírez
El insomnio es un problema común que afecta a muchas personas, y con ello crece la demanda de remedios naturales. La manzanilla, la melatonina y el jugo de cerezas ácidas son algunos de los más populares, pero ¿realmente funcionan para mejorar el sueño? Los expertos explican que, aunque estos remedios tienen algunos beneficios, su efectividad suele ser limitada.
A pesar de su creciente popularidad, los especialistas señalan que los suplementos naturales no abordan la causa principal del insomnio: la dificultad para desconectar la mente. En lugar de ofrecer soluciones duraderas, su efecto a menudo se limita a un alivio temporal y, en muchos casos, al placebo.
La manzanilla, conocida por sus propiedades relajantes, se consume principalmente como té. Aunque algunos estudios sugieren que podría mejorar la calidad del sueño, otros no han encontrado evidencia sólida. Los expertos sugieren que su eficacia se debe más al acto de beberla antes de dormir que a sus compuestos activos.
La melatonina, una hormona que regula el ciclo de sueño-vigilia, puede ser útil para quienes sufren desajustes en su ritmo circadiano, como los trabajadores nocturnos o los viajeros. Sin embargo, su uso prolongado puede interferir con la producción natural de melatonina, lo que hace recomendable su consumo con precaución.
Por su parte, el jugo de cerezas ácidas, rico en melatonina natural, ha mostrado algunos beneficios en estudios pequeños, especialmente en adultos mayores. Aun así, su eficacia no supera la de otros suplementos como la melatonina y no puede sustituir tratamientos más completos como la terapia cognitivo-conductual.
Otros suplementos como el magnesio y la valeriana también tienen efectos modestos. El magnesio puede aliviar la ansiedad leve y mejorar el sueño, mientras que la valeriana tiene propiedades sedantes suaves, aunque los resultados sobre su efectividad en el sueño son variados.
El cannabidiol (CBD), derivado del cannabis, también se menciona como un posible aliado contra el insomnio, debido a sus efectos sobre el dolor y la ansiedad. Sin embargo, aún se necesitan más estudios para confirmar su eficacia en el tratamiento del insomnio.
A pesar de los beneficios de estos remedios naturales, los expertos insisten en que la clave para mejorar la calidad del sueño no está en los suplementos, sino en hábitos saludables. Mantener horarios regulares para dormir, evitar pantallas antes de acostarse y practicar técnicas de relajación son pasos importantes para lograr un sueño reparador. En casos más graves de insomnio, la terapia cognitivo-conductual sigue siendo uno de los tratamientos más efectivos.
En resumen, aunque los somníferos naturales pueden ofrecer un alivio temporal, la solución real al insomnio radica en modificar nuestra rutina diaria y, si es necesario, recurrir a tratamientos más completos y probados.
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