Redactor: Sam Torne
Antes de convertirse en el ícono indiscutible del reggae, Bob Marley bebió profundamente de la música estadounidense, incorporando influencias clave que marcaron su carrera. Criado en Jamaica, un país rico en mezcla cultural y musical, Marley comenzó cantando en coros cristianos, una tradición compartida por artistas como Aretha Franklin y Sam Cooke. Sin embargo, su interés se expandió hacia los sonidos seculares que llegaban desde Estados Unidos.
Durante las décadas de 1950 y 1960, el ska —predecesor del reggae— surgió en Jamaica como una adaptación de los ritmos de blues y jazz estadounidenses, fusionados con un estilo único caribeño. Pioneros como Prince Buster llevaron discos de Chicago a la isla, inspirando una generación de músicos. En este contexto, Marley formó The Wailers en 1963, buscando su propia voz artística.
Las influencias estadounidenses de Marley
Bob Marley reconoció abiertamente el impacto de artistas como Elvis Presley, Fats Domino y Ricky Nelson en su música. Presley, conocido como "El Rey del Rock", no solo dominó las listas de éxitos, sino que proyectó la cultura estadounidense al mundo. Por otro lado, Fats Domino fue una figura crucial en la transición del rhythm and blues al rock, sentando bases para estilos posteriores. Ricky Nelson, con su voz emotiva y baladas como Lonesome Town, ofreció una sensibilidad melódica que resonó en los comienzos de Marley.
En una entrevista en 1973, Marley declaró: “Me gustaba la música para bailar”. Escuchar estaciones de radio de Miami y Cuba lo expuso a una diversidad de sonidos que enriquecieron su enfoque musical. Este crisol de influencias americanas y jamaicanas dio origen a un estilo que conectaba profundamente con públicos de todo el mundo.
De aprendiz a leyenda
La decisión de Marley de dedicarse a la música en lugar de continuar como soldador marcó un punto de inflexión en su vida. Con la ayuda de Jimmy Cliff, otro influyente artista jamaicano, grabó sus primeras canciones en 1964 en Beverley’s Records. Desde entonces, su ascenso fue imparable, llevando el reggae a alturas inimaginables. Aunque Marley se convirtió en un símbolo global del reggae y la cultura rastafari, nunca olvidó las raíces que nutrieron su música. Los ecos de Elvis, Fats y Ricky permanecen como testigos de cómo la mezcla cultural puede dar origen a movimientos artísticos transformadores.
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