El cannabis y el reggae han creado una conexión inquebrantable, convirtiéndose en un emblema de un movimiento cultural que sigue vigente hasta la fecha.
Es interesante observar el uso espiritual de la planta. Más allá de ser un remedio terapéutico y productivo. El cannabis contribuye al desarrollo de varias culturas y tradiciones que han utilizado la planta con fines recreativos, como ceremonias religiosas, y se le reconoce como una planta sagrada que proporciona una experiencia espiritual.
En Jamaica, el rastafarismo emplea el cannabis para purificar el alma y el cuerpo. Este movimiento representa diversas vertientes que lo hacen único.
Muchas de ellas forman parte de la cultura judeo cristiana cuyos elementos forman parte de la cultura negra.
Los rastafaris bautizan al cannabis como "La cura de la nación" o "La hierba de la sabiduría"; para ellos quien la consume y medita descubre verdades escondidas que los guían a la sabiduría.
Antecedentes
Durante las décadas de 1960 y 1970, el reggae enfrentó una intensa represión, especialmente dirigida contra los rastafaris por el gobierno de Jamaica. Jamaica prohibió el cannabis desde 1913 debido a la influencia de la élite blanca y los grupos evangelistas.
En 1963, la persecución contra los rastas se convirtió en un episodio marcado por la criminalización y la violencia, conocido como "La masacre coral", donde impusieron penas de cárcel a personas que tenían pequeñas cantidades de cannabis.
El reggae nació como resultado de las represiones, en las que los rastafaris expresaban sus exigencias por la legalización del cannabis, la represión de la policía y el tráfico ilegal.
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