Alemania ha dado un paso significativo hacia la liberalización del cannabis, permitiendo la creación de clubes privados donde los miembros pueden cultivar, distribuir y consumir cannabis. Sin embargo, este avance no está exento de desafíos burocráticos y preocupaciones de seguridad. Este artículo analiza las implicaciones de esta nueva legislación y las reacciones que ha suscitado en distintos sectores de la sociedad alemana.
La nueva legislación sobre cannabis
A partir de esta semana, Alemania permite la existencia de clubes privados de cannabis con hasta 500 miembros. Estos clubes pueden cultivar cannabis y repartir un máximo de 25 gramos por día y hasta 50 gramos al mes a cada persona. Esta medida es parte de la segunda etapa de la liberalización del cannabis en el país, que sigue a la autorización del consumo privado de pequeñas cantidades en espacios públicos desde abril de 2024.
El presidente de la Federación Alemana de Clubes Sociales de Cannabis, Steffen Geyer, ha señalado que muchos clubes intentarán obtener licencias, pero la falta de preparación de los estados federados podría retrasar el proceso. Además, aún no está claro quién será responsable de vigilar el cumplimiento de las nuevas normas.
Menos delitos relacionados con el cannabis
Desde la implementación de las nuevas leyes, se ha observado una disminución en los delitos relacionados con el consumo de cannabis. Según Geyer, anteriormente se arrestaba a una persona cada tres minutos por portar pequeñas dosis de cannabis, una situación que ha cambiado drásticamente. Además, se ha notado un aumento en la edad promedio de los consumidores, indicando una mayor aceptación social del cannabis.
No todos están satisfechos con la liberalización del cannabis. La oposición cristianodemócrata y el sindicato de la policía han expresado sus preocupaciones. Alexander Poitz, subjefe del sindicato, teme que los delincuentes del crimen organizado puedan aprovechar los clubes de cannabis para expandir sus actividades. En Baviera, el ministro del Interior, Joachim Herrmann, ha anunciado una postura restrictiva y ha señalado que la policía ha tenido que intervenir en numerosos casos de conducción bajo los efectos del cannabis.
Argumentos a favor y en contra
Geyer argumenta que las nuevas reglas transparentes y el registro ante las autoridades evitarán la creación de un mercado negro. Apunta a las experiencias positivas de países como Canadá, Estados Unidos y Uruguay, donde la regulación del cannabis ha sido efectiva para evitar estructuras criminales.
Por otro lado, expertos en salud advierten sobre los riesgos del consumo de cannabis, especialmente para los jóvenes. Un estudio canadiense publicado en Psychological Medicine destaca los peligros, como alucinaciones y problemas de concentración y aprendizaje. Rainer Thomasius, de la clínica universitaria de Hamburgo-Eppendorf, subraya que el consumo de cannabis puede afectar negativamente la capacidad de sentir emociones y aumentar la sensibilidad a los estímulos del entorno.