Redactor: Sam Torne
Polita Pepper, figura icónica en el activismo cannábico en México, se ha convertido en una voz clave para desmantelar los prejuicios en torno al cannabis y cuestionar las estructuras de poder detrás de su regulación. Desde su asociación Cannativa, dedicada a la educación y consultoría sobre cannabis medicinal, Polita aborda las barreras que enfrentan comunidades y pacientes en un sistema legislativo que, según ella, sigue excluyendo a los más vulnerables.
En México, la Ley de Cannabis Medicinal ha sido duramente criticada por Polita y otros activistas. La normativa, que permite importar CBD con hasta un 1% de THC, dificulta la producción nacional y privilegia a grandes corporaciones, dejando fuera a pequeños cultivadores y comunidades locales. Según Polita, esta legislación refleja un enfoque "súper elitista", donde las políticas gubernamentales no fomentan una industria nacional robusta, sino que consolidan un modelo que perpetúa desigualdades económicas.
«Es una conquista social mediática, pero no cotidiana», afirma Polita, destacando la desconexión entre los avances legales y su implementación real. A pesar de la declaración de la Suprema Corte de Justicia sobre la inconstitucionalidad de la prohibición del cannabis, el estancamiento legislativo mantiene en incertidumbre a cultivadores, empresarios y usuarios.
Activismo y resiliencia en tiempos de retrocesos
A pesar del panorama complejo, el activismo sigue siendo el motor del cambio. Polita enfatiza que las conquistas sociales, aunque lentas, son irreversibles. A través de talleres clandestinos y redes de apoyo, Cannativa ha buscado empoderar a las comunidades para cultivar su propia medicina y acceder a tratamientos alternativos.
Sin embargo, el desafío no sólo radica en las barreras legales, sino también en la sobreexposición informativa, que desconecta a las personas de lo local. Para Polita, la clave está en reinventar las estrategias comunicativas y fortalecer la educación comunitaria.
El camino hacia una regulación justa del cannabis en México sigue siendo arduo. Mientras países como Uruguay continúan adaptándose a las nuevas demandas del mercado, México enfrenta un debate que parece haberse detenido. Polita destaca que el Estado, más que un garante de derechos, actúa como un sistema extractivista que perpetúa desigualdades históricas.
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